Cuando hablamos de entrenamiento, a menudo mencionamos cosas como un enfoque inteligente, falta de competitividad e insensatez y un enfoque más racional del ejercicio y la salud en general. Si bien estos aspectos constituyen nuestra filosofía de entrenamiento, a veces pueden dar lugar a que se nos etiquete equivocadamente de “sobreprotectores” o “suaves”. De vez en cuando, uno de nuestros clientes se molestará con su entrenador por hacerle disminuir el ritmo y ejecutar movimientos con una forma perfecta.

Si bien puede ser molesto tener a alguien diciéndote que disminuyas tu ritmo, te pedimos que no malinterpretes nuestras intenciones. Nuestro trabajo no es hacer que tu sesión de ejercicio sea “más suave” o “más fácil”, como tampoco queremos reducir los efectos de tu entrenamiento. De hecho, nuestro propósito es justo el contrario; nuestra labor es ayudarte a maximizar la efectividad y eficacia de tu entrenamiento. Para aclararlo aún más: ofrecemos sesiones de entrenamiento de 20 minutos que son duras. Sí, somos rigurosos cuando se trata de utilizar una buena técnica, pero esto no significa en absoluto que nos abstengamos de ayudarte a esforzarte al máximo durante las sesiones. Somos conscientes de que, para que este tipo de entrenamiento funcione, debes esforzarte. Nuestra finalidad es garantizar que lo hagas de la manera adecuada. Te explico cómo:

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Gran parte de nuestro trabajo consiste en prestar atención a los detalles con la finalidad de trazar límites seguros para cada persona. Tanto los consejos como las indicaciones específicas que utilizamos son completamente intencionados. Durante cada sesión, te proporcionamos la información y el ánimo necesarios para que te familiarices con tus límites, de modo que puedas “machacarte” de manera segura y eficaz. Tratamos de ayudarte a encontrar el equilibrio entre intensidad, seguridad, progresión y salud presente y futura.

Con esto quiero decir que nuestro trabajo no tiene como finalidad frenarte o retrasarte; estamos aquí para ayudarte a descubrir cuáles son los límites dentro de los cuales obtendrás tus mejores resultados, basándonos en toda la información que recibimos acerca de tu técnica, comentarios, desequilibrios, patrones de respiración, ritmo, frecuencia y objetivos, entre otros.

Es más, la razón por la que diseñamos el gimnasio y formato de sesiones de la manera en la que lo hicimos fue lo mucho que nos importan estos detalles. Queremos que nuestro entrenamiento sea privado y personalizado y utilizamos nuestro diseño para exigir a nuestros entrenadores una atención personalizada y observaciones específicas acerca de cada uno de nuestros clientes. Cada aspecto, desde nuestros programas de formación interna de empleados hasta la tecnología que utilizamos, han sido diseñados para incentivar la familiaridad y la efectividad. Cuanto más personalizado, mejor.

Ahora que (espero) te he convencido de que queremos lo mejor para ti, me gustaría retarte a que te creas lo siguiente: No eres frágil, existe una parte en ti que sabe que puedes hacerlo aún mejor. Si este tipo de entrenamiento es nuevo para ti, por supuesto, tómate el tiempo que necesites para descifrar cómo funciona, sentirte cómodo y acostumbrarte a la intensidad. Eso sí, una vez que te sientas seguro, ármate de coraje y desafíate. Fíate cuando te digo que nuestro trabajo no consiste en frenarte; estamos aquí para mejorar tu experiencia y mantenerte seguro. Confía en tus límites y acepta que, dentro de esos límites, no eres frágil. Aprende a sacar partido de tu deseo intrínseco de dar lo mejor de ti mismo y conectar con tu cuerpo. El éxito depende de ti. Decide exprimirlo al máximo, no solo superarlo; estás aquí para dar lo mejor de ti. Asume responsabilidades. Si un día sientes que debes desafiar tus límites, no dudes en decírselo a un entrenador para que te ayude a hacerlo de manera segura; esas son las cosas que nos motivan y nos ponen en sintonía para ganar la batalla juntos.

No eres frágil. Estamos aquí para ayudarte a creértelo.

Be Brave.

Ian